“Las Pelotas” vuelve a aterrizar en el oeste en el Club de Gimnasia y Esgrima de Ituzaingó (Alvear y Piran) este sábado 8 de junio. Luego de su última presentación en el Quilmes Rock, el Club GEI de Ituzaingó les propone un show íntimo en una zona donde juegan de locales.
“Nosotros nacimos en el oeste, es la cuna de nuestra infancia”, enfatiza German Daffunchio, actual guitarrista y frontman de Las Pelotas, desde El Nono, Córdoba, donde el grupo hace base y prepara su próximo disco que festeja sus 36 años de recorrido. El “6x6”, porque no les gusta festejar las terminaciones en cero.

El plan de Daffunchio, y de Las Pelotas, es volver de tocar en Ituzaingó y darle las últimas puntadas al álbum. “Nosotros a través de los años siempre fuimos muy obsesivos con las cosas que hacemos. Y este disco tiene un trabajo muy profundo y groso. Todavía no lo grabamos, pero ya lo tenemos”.
Y agrega: “Después de que nos presentemos en octubre en Tecnópolis va a salir el nuevo material. Pero hasta esa fecha vamos a estar embarcados en girar por todo el país en este festejo de la vida”.
La primera vez que se presentaron bajo el nombre “Las Pelotas” fue en Dallas Pub, en Villa Luro, el 5 de noviembre de 1988, unos meses después de la disolución de Sumo por la muerte de Luca Prodan. Córdoba lo lleva a Germán a los primeros años de Sumo y, también, al germen que quedó allí y le permitió formar “Las Pelotas”, junto a Alejandro Sokol, Alberto Troglio, Willy Robles y Timmy MacKern.
Acerca de esto, Germán enfatiza: “La historia de mi vida con la música tuvo mucho que ver con Córdoba, acá nos juntamos por primera vez con Luca y armamos sumo y cuando me quedé solo armé las pelotas y compuse acá”.
Y agrega: “Es un lugar que tiene para nosotros mucha inspiración. Es muy distinto estar en una ciudad donde tenés otro ritmo de trabajo que no es tan divertido”.

A Daffunchio hoy lo acompañan: Tomás Sussmann (guitarra), Gabriela Martínez (bajo), Gustavo Jove (batería), Sebastián Schachtel (teclado) y Alejandro "Pollo" Gómez Ferrer (vientos y percusión).
El grupo viene de presentarse en el Quilmes Rock y en el Festival de la Confluencia, en este contexto, su presentación en Ituzaingó les propone un show cercano que funciona como un reencuentro con sus raíces. “Generalmente los shows de Las Pelotas son como una especie de terapia para mucha gente que nos sigue”, enfatiza.
“Haber podido tocar todos estos años es algo que voy a agradecer hasta el día que me muera. Es algo que nos alimenta la vida y uno no se siente tan solo en este mundo”, agrega Daffunchio acerca de lo que significa para el grupo poder seguir componiendo y presentándose, luego de 36 años de recorrido con Las Pelotas y 7 con Sumo.
A su vez, relata acerca de cómo fue mutando su concepción de lo que hace a través de los años: “Quizás cuando uno empezó a tocar a los 20 años tenías otra otra concepción de lo que era el arte o de lo que estabas haciendo, era algo que se trataba mucho más de descargar lo que te estaba pasando adentro que pensar en en en en el el mundo exterior”.
“Tocar a mí me llena de vida, me llena de emociones positivas,la música es pura magia, es algo que no se toca, se ejecuta”, enfatiza acerca del proceso "mágico" por el que pasa el grupo en cada ensayo y presentación.
German Daffunchio repite una y otra vez la importancia de poder seguir componiendo cosas nuevas y las dificultades que eso implica para cualquier grupo con un largo recorrido. “En una banda es importante verdaderamente ser amigo del que tenes al lado y esa amistad no se logra solo tocando sino compartiendo la vida”, explica.
Y concluye: “Hay muchas bandas que se quedan en los primeros discos y nunca más pueden hacer nada, con nosotros la unión hace la fuerza, nos juntamos y realmente salen cosas hermosas”.
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