Mientras viajaba a la Feria del Libro de Frankfurt, Alemania en avión, empecé a sentir un dolor muy fuerte en una pierna. Cuando aterricé, fui al médico, pero no detectó nada. Viajé otra vez y me pasó lo mismo. Pero los estudios tampoco mostraron coágulos. Hasta que el año pasado, sentí un dolor fuerte en la cabeza y tenía problemas para escribir en la computadora. Fui al médico y no me encontró nada. Pero tres días después quedé internada en una clínica porque tenía una trombosis en una vena del cerebro. Habría sido por el consumo de un anticonceptivo. Descubrí que tengo una sangre más espesa que la normal. Ahora, cada vez que voy en avión, tengo que anticoagularme, caminar y usar medias especiales. Cuando escucho casos como el de Joaquín Furriel, me da bronca porque siento que la población no cuenta con buenos consejos de prevención de la trombosis y el ACV.
