En una reunión de urgencia, Cristina Kirchner juntó este lunes a intendentes, legisladores, sindicalistas y hasta el gobernador Axel Kicillof para conseguir el respaldo de un sector importante del peronismo ante un posible fallo de la Corte Suprema de Justicia que ratifique la condena a 6 años de prisión por la causa Vialidad y la inhabilite para ser candidata en las próximas elecciones.
Fue en la histórica sede partidaria de Matheu 130 que la ex presidenta obtuvo el compromiso del peronismo para llevar adelante distintas medidas de protesta, como cortes de ruta, paros y una marcha federal si la justicia termina ratificando el fallo en su contra.
En ese marco, la ex presidenta encabezó en un segundo turno un acto por el Día de la Resistencia, y ante intendentes, legisladores y la militancia habló sobre la posibilidad de ir presa. "Algunos creen que pueden humillarnos y derrotarnos, pero a veces cuando algunos andan por la calle, libres, como los que hicieron mega-canjes, endeudaron dos veces al país con el FMI; estar presa es un certificado de dignidad", dijo desde la sede del PJ ante la dirigencia K.
En su discurso también hizo un paralelismo con lo ocurrido en la masacre de León Suárez y el intento de asesinato que sufrió el 1° de septiembre de 2022 cuando un joven le gatilló en la cabeza cuando saluda a la militancia frente a su domicilio en el barrio de Recoleta. "Soy una fusilada que vive realmente y no me va a alcanzar la vida para agradecerle a Dios esto de estar viva", fue la frase de Cristina.
Pero en ese escenario, la ex mandataria volvió a cargar contra la Corte al insistir con "el partido judicial", pero también dedicó párrafo al gobierno libertario de Javier Milei al que calificó de "cachivache", al tiempo que anunció que el modelo económico "fracasará".

Si bien Cristina quiso mostrar firmeza en su discurso, en su voz hubo cierto nerviosismo ante un posible fallo adverso, ya que este martes será día de acordada de la Corte Suprema.
Ante esta posibilidad, la presidenta del PJ hizo un llamado a la unidad del peronismo y ante su militancia reclamó a la dirigencia a que esté "atenta" porque "esto va a terminar y no hay posibilidad de final feliz". Además, pidió "no caer en mezquindades y estupideces porque la historia no se detiene".
Pero más allá del discurso en tono de campaña, la mirada estuvo puesta en los gestos de los distintos sectores del peronismo. En la reunión del PJ, convocada a pedido de Oscar Parrilli, asistieron en su mayoría legisladores, intendentes, dirigentes y sindicalistas más cercanos al kirchnerismo.
Entre ellos se contaron los diputados Lorena Pokoik, Eduardo Valdés, Vanesa Siley, Carlos Castagneto, Daniel Gollán y Leandro Santoro; y los senadores Eduardo "Wado" De Pedro, Anabel Fernández Sagasti y Mariano Recalde. Los intendentes Pablo Zurro (Pehuajó), Federico Otermín (Lomas de Zamora), Mariel Fernandez (Moreno), y Mayra Mendoza (Quilmes), mientras que por el lado sindical concurrieron Sergio Palazzo (bancarios) y Mario Manrique (Smata) y Daniel "Tano" Catalano (ATE), entre otros.
El debate fue conducido por la senadora bonaerense Teresa García, legisladora cristinista pura, junto a Paco Manrique y Mariel Fernández. Hubo un poco más de una docena de oradores que plantearon la defensa de Cristina, el rechazo a la persecución y la insistencia de que se está ante un presunto intento de proscribir a la ex mandataria.
"Hay mucho enojo y mucha bronca", alertó Mariel Fernández (intendenta de Moreno), quien fue una de las voceras tras la reunión en la que se resolvió una suerte de alerta permanente, con encuentros para definir medidas de acción si Cristina finalmente es detenida. En rigor, la sede del PJ se convertirá en un comité de acción del kirchnerismo.
Fernández, quien dijo que hay "una persecución del peronismo", habló de un plan del PJ que incluiría "una manifestación federal, con movimientos sociales y sindicatos, organizada desde el PJ".

Por su parte, Sergio Palazzo, jefe de La Bancaria, no descartó la posibilidad de que la CGT convoque a un paro en rechazo a un fallo adverso de la justicia, mientras que Manrique advirtió que una posible detención de Cristina "es un golpe a la democracia".
La cumbre peronista volvió a poner en escena a personalidades como Carlos Zannini, ex secretario de Legal y Técnica de la Presidencia, Martin Sabbatella, ex intendente de Morón, y Aníbal Ibarra, ex intendente de la Ciudad. A ellos también se sumó Amado Boudou, quien dejó rápido la sede de la calle Matheu, antes de que llegará Cristina, haciendo el saludo con los dos dedos en V a la militancia que colmó las calles de la zona de Balvanera.
Sin embargo, la atención estuvo puesta en cómo se iba a posicionar Axel Kicillof, con quien estaba alejado de Cristina con fuertes cruces. Al final, el gobernador terminó llegando al acto por el Día de la Resistencia para escuchar el discurso de la ex presidenta.

Kicillof fue acompañado por los intendentes Mario Secco (Ensenada), Andrés Watson (Florencio Varela) y Julio Alak (La Plata). La comitiva se completó con los ministros Andrés Larroque, Gabriel Katopodis y Walter Correa. A ellos se sumaron Cristina Alvarez Rodríguez, Carlos Bianco y Verónica Magario.
Pero lo cierto es que salvo Kicillof no había gobernadores ni referentes de otros sectores del PJ que no sean K. Ricardo Quintela (La Rioja) expresó su "solidaridad y respaldo" a través de las redes sociales, en uno de los pocos mensajes.

Victoria Tolosa Paz, quien viene apostando a un peronismo más federal, estuvo en la reunión partidaria, pero dejó la sede del PJ antes del acto por el Día de la Resistencia, al igual que Carlos Heller. Ninguno hizo declaraciones a la prensa.
La alarma en el PJ se activó ante la posibilidad de que la resolución del máximo tribunal se conozca antes del 19 de julio, fecha de cierre de listas de candidatos en la provincia de Buenos Aires. Es que si se oficializa su candidatura por la tercera sección electoral antes de la sentencia, obtendría fueros provinciales que podrían frenar su inhabilitación para competir.
En un principio, la cumbre se iba a realizar en la sede del Instituto Patria, el búnker del kirchnerismo desde que Cristina dejó el Gobierno, pero tuvo que ser llevada a la sede de Matheu por la cantidad de convocados.

Las calles de la zona fue ocupada por la militancia K, que cortó la calle Matheu desde la avenida Rivadavia hasta Alsina. Estuvieron representantes de La Cámpora, Movimiento Evita y Kolina. También hubo representantes de ATE, La Bancaria y Smata.
Frente a la presión judicial, Cristina aparece más seguido públicamente porque a este acto en el PJ su suma el otro evento del fin de semana en Corrientes, donde también habló de la resolución del máximo tribunal y llamó a "estar atentos a que me metan presa".
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