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      De Notting Hill a Notting “hell”: el icónico barrio de Londres ya no sabe qué hacer con la invasión de “influencers”

      • Llegan con carpas para cambiarse y maquillarse y sacarse fotos en las coloridas fachadas del lugar, en las escaleras y puertas de las casas.
      • Algunos vecinos ponen cadenas para que no pasen y otros optaron por pintar sus hogares de negro para espantarlos.

      De Notting Hill a Notting "hell": el icónico barrio de Londres ya no sabe qué hacer con la invasión de "influencers"Anticuarios y mercados, el principal atractivo de Portobello Road, en Notting Hill. Foto: archivo

      Notting Hill, el barrio londinense del oeste de Londres, divertido, caro y chic, con el Mercado de Portobello Road cruzándolo, su famoso Carnaval y sus puertas pintadas de colores vivos, está siendo víctima de su propia celebridad. Se ha transformado en “Notting Hell” , lo más parecido al infierno.

      “Influencers” se instalan en carpa con sus maquilladores y peluqueros para hacerse fotos frente a la famosa puerta azul del filme Notting Hill, la exitosa película de Richard Curtis, que protagonizaron Julia Roberts y Hugh Grant, otro vecino del barrio. Ignoran a sus habitantes y su deseo de privacidad.

      Una escena de la famosa película Nottingh Hill con Hugh Grant y Julia Robert, de fines de los 90. Foto: archivoUna escena de la famosa película Nottingh Hill con Hugh Grant y Julia Robert, de fines de los 90. Foto: archivo

      Los vecinos han adoptado una decisión radical: pintar a sus coloridas e históricas puertas y casas de negro para disuadir a los turistas mal educados, que invaden sus casas, sus jardines, sus escaleras, posan para fotos y dejan la basura en la entrada, sin la menor contemplación por sus propietarios.

      Matando el espíritu de Notting Hill

      El turismo está asesinado el espíritu de Notting Hill y el humor de sus habitantes, que prefieren vender e irse. Hordas de turistas acuden en masa a Lancaster Road, en el oeste de Londres, a una casa victoriana con terraza de colores brillantes, a pocos metros del mercado de Portobello Road, que a menudo se confunde con la ubicación de la sede de Notting Hill, la exitosa película de 1999.

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      Sol y buenas vibras en Portobello Road en Notting Hill

      Las fachadas de tres de sus casas ahora son de un negro azabache, incluyendo una que solía ser de color rosa chicle.

      En una carta vista por el diario británico Evening Standard, los residentes animan a sus vecinos a seguir el ejemplo, argumentando: "Es evidente que los colores brillantes y contrastantes de las casas son un gran atractivo para las fotos que publican en sus redes sociales. Si bien todos valoramos el encanto de nuestra calle, la consecuencia imprevista ha sido un aumento del turismo disruptivo”.

      Víctimas de Instagram

      Vivir en una calle considerada una de las "más instagrameables" de Londres por “influencers” de viajes le ha hecho la vida imposible a Christine, de 73 años y residente desde 1981. No puede salir de la casa. Culpan a las redes y los narcisistas que las protagonizan.

      El esposo de Christine tiene problemas de visión y, durante las horas pico de turismo, se ve obligado a quedarse en casa. "No puedo ver. Pero no se apartan, así que es demasiado peligroso", dijo Christine, quien prefirió no revelar su apellido.

      Turistas en Notting Hill durante el Carnaval. Foto: EFETuristas en Notting Hill durante el Carnaval. Foto: EFE

      Se han añadido cuerdas y cadenas a la escalera principal de Lancaster Road para evitar que los turistas se sienten, posen o bloqueen las puertas.

      Un hombre está sentado en la puerta de su casa. Donald Francis, de 64 años, afirma que el turismo excesivo ha convertido su retiro en Notting Hill en una lucha diaria con las multitudes, en la puerta de su casa.

      "Es como vivir en un parque temático", describe. “Se supone que es Notting Hill. Pero nosotros lo llamamos Notting Hell”, describió.

      Donald Francis, de 64 años, nació en la cercana Ladbroke Grove, cuando el área estaba llena de inmigrantes y las casas no valían los millones de libras de ahora ni los políticos millonarios, como David Cameron, se habían instalado en el barrio junto a billonarios extranjeros.

      Lleva cinco años viviendo en Lancaster Road y adora su casa. Pero afirma que su jubilación se ha visto arruinada por turistas "maleducados". Duda que pintar su casa de negro los disuadiera, incluso si pudiera permitirse los miles de libras que implica cambiarla de color.

      Peta y su perro Sky hacen guardia en el jardín en su casa de Notting Hill contra los turistas que hacen sus "cosas" en la puerta. Foto: ReutersPeta y su perro Sky hacen guardia en el jardín en su casa de Notting Hill contra los turistas que hacen sus "cosas" en la puerta. Foto: Reuters

      A una casa de ladrillo, pintada de verde azulado, se le colocó una barrera negra en la escalera. Ya son cada día más lo que los imitan.

      Los influencers en tiendas de campaña

      Los “influencers” instalan tiendas de campaña en el exterior de las casas para cambiarse de ropa para las sesiones de fotos e incluso se suben al marco de sus ventanas. Como resultado, muchos propietarios han instalado cuerdas o cadenas para mantener a la gente fuera.

      Unas "streamers" llegaron desde Estados Unidos y nunca habían escuchado hablar de Notting Hill. Mientras que Jaicie Colmar, de 23 años, estudiante de medicina estadounidense, dijo que una fachada negra no aparecería en su Instagram, Julia Stephens, de 24 años, opinaba diferente: "Si todas las casas fueran negras, sería interesante".

      Vieron la calle en un video de TikTok sobre Portobello Road y dijeron que no habían visto Notting Hill. Pero que "ahora quieren verlo".

      Si bien Colmar dijo que era "triste" que los residentes lo estuvieran pasando mal, no veía el problema si la gente era "respetuosa". Además, Stephens añadió: "Es una vía pública".

      Quieren turistas educados y corteses

      Francis simplemente desea que los turistas sean "educados y corteses" y que el ayuntamiento coloque letreros para recordarles que se trata de “residencias privadas” para que no entren a su jardín, se sienten en su escalera o en el marco de su ventana.

      "Durante los primeros seis meses me pareció divertidísimo", dijo. "Ahora, cuando intentas llegar a casa con bolsas de la compra un sábado, tienes que abrirte paso entre multitudes, que se ofenden cuando les pides que se vayan”, contó el vecino.

      “En verano es como si nos invadieran. Quiero sentarme en la escalera. Pero se llena demasiado, así que me quedo adentro, con las persianas bajas para amortiguar el ruido y evitar que me saquen selfies”, relata.

      Lo ha intentado todo. Pagó 75 libras para que le instalaran una cuerda en la escalera para disuadir a la gente. Pero la ignoran y se desparraman por la escalera para beber vino y comer comida para llevar. Compró un timbre inteligente Ring para poder decirles que se vayan sin levantarse del sofá.

      Otro residente se niega a cambiar su casa de colores brillantes y la ha aceptado como un lugar para complacer a la multitud.

      El célebre carnaval de Notting Hill. Foto: EFEEl célebre carnaval de Notting Hill. Foto: EFE

      Otro vecino describió sentirse como "Moisés abriendo el Mar Rojo" con multitudes "estúpidas" tomando fotos de casas "francamente aburridas". "Intentamos vivir bien aquí. Me gustaría poder relajarme un fin de semana después de una semana dura", dijo.

      La pesadilla de los vecinos es la invitación de los guías de turismo, que sugieren visitar la librería del actor Hugh Grant en 142 Portobello Road, la famosa Puerta Azul en 280 Westbourne Park Road, y el Teatro Coronet en 103 Notting Hill Gate. Y no demasiado lejos Kensington Palace, donde vivía la princesa Diana.


      Sobre la firma

      María Laura Avignolo
      María Laura Avignolo

      Periodista, corresponsal en Europa [email protected]

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