Un estudio demostró que un grupo de personas que bailaban al mismo ritmo estaba emocionalmente más cerca que otro que se movía de manera desincronizada. También es cierto que, si alguien camina junto a otro, tratará de hacerlo al mismo ritmo que su acompañante.
Los investigadores aseguran que esta “sincronía conductual” ayuda a ser más confiados, a estar conectados y a estimular nuestros instintos sociales.
“La coordinación es un sello distintivo de la interacción social y cuando la coordinación se ve afectada, la interacción social también se ve gravemente afectada”, dice un artículo de Quanta Magazine.
Sin embargo, compartir energía con otra persona es algo que va más allá de la presencia física, porque indica la existencia de un vínculo poderoso e invisible.
Tal como explica un artículo del sitio Marriage, “la energía entre dos personas suele manifestarse como una fuerte conexión, comprensión intuitiva o sensaciones físicas como calor u hormigueo”. Agrega que “compartir energía con alguien puede hacer que las interacciones se sientan más profundas y significativas”.
Advierte que “las conexiones energéticas pueden cambiar con el tiempo, para fortalecerse o debilitarse dependiendo de diversos factores, como la cercanía emocional, las experiencias compartidas y el crecimiento personal”. Por ello, mantener una conexión positiva requiere esfuerzo y comprensión mutua.
El sitio brinda algunas maneras de establecer si estás sintiendo una energía que proviene, por ejemplo, de tu pareja.
A menudo sabes lo que la otra persona piensa o siente sin que diga una sola palabra. Este vínculo intuitivo permite una comunicación y comprensión más profundas. Es como si sus mentes estuvieran sincronizadas.
Tus estados de ánimo y emociones suelen reflejarse de manera mutua, incluso a distancia. Este fenómeno, conocido como “contagio emocional”, es una forma de compartir energía que te hace sentir más conectado y comprendido.
Esta característica fomenta un fuerte sentido de apoyo y solidaridad. Aumenta la capacidad para brindar consuelo y celebrar los éxitos juntos, lo que fortalece el vínculo.
Miradas y gestos alcanzan para comunicarse y esto demuestra la fuerte conexión energética que comparten dos personas. Además, facilita la comprensión y la interacción incluso en silencio.
Estar cerca de esa persona mejora tus niveles de energía y tu estado de ánimo. Este intercambio positivo puede hacer que ambos se sientan animados. Compartir energía con alguien que te recarga es señal de una conexión sana y fuerte.
Un estudio de la Asociación Americana de Psicología descubrió que las parejas que participan juntas en actividades nuevas y emocionantes experimentan una mayor satisfacción en la relación. Este punto en común sienta una base sólida para su relación.
Al compartir energía con alguien, dos personas se ayudan mutuamente a convertirse en mejores versiones de sí mismos. Este apoyo y estímulo mutuos son fundamentales para el desarrollo personal y relacional.
Si recibes energía de la otra persona, te sentirás completamente seguro y le confiarás tus secretos más íntimos. Esta confianza es fundamental para una conexión sólida, porque fomenta una sensación de seguridad y profundiza el vínculo.
Otra señal de que hay sincronización energética es, a menudo terminan las frases que dice el otro sin esfuerzo. Esto indica un alto nivel de comprensión y compatibilidad.
Esta alineación facilita el apoyo mutuo a las ambiciones y el trabajo hacia objetivos comunes. Ello fortalece la relación y le otorga un propósito compartido a la pareja.
Una empatia profunda fomenta un fuerte sentido de apoyo y solidaridad. Foto: iStock.
Compartir energía en una misma actividad, una base sólida para la relación. Foto: Shutterstock.
