El Camino de los Túneles comienza en la localidad de Taninga y culmina en Los Altos, también conocido como Puesto del Águila, en un tramo de 36,5 kilómetros que ahora está completamente asfaltado gracias a una obra vial que mejoró notablemente la seguridad y el . El trayecto forma parte de la ruta provincial 28 y se abre paso entre paisajes de cerros, barrancos y formaciones rocosas impresionantes.
Lo que realmente hace especial a este camino son sus cinco túneles construidos en 1930, parte del patrimonio histórico cordobés. En su época, fueron una proeza de la ingeniería para unir Córdoba con La Rioja. Hoy, son una atracción por sí mismos: oscuros, frescos y llenos de historia.
Los que recorrieron el camino lo comparan con la alta montaña mendocina. Y no es para menos: los miradores naturales permiten observar, en días despejados, el llano riojano en todo su esplendor. Además, el contraste entre la vegetación serrana, las formaciones geológicas y el cielo abierto genera una postal difícil de olvidar.
Cada curva del camino tiene algo que contar: capillas del siglo XVIII, puentes coloniales, volcanes apagados y hasta la posibilidad de ver cóndores planeando cerca de los acantilados. Este espectáculo natural suele disfrutarse más al amanecer o al atardecer, cuando las sombras y la luz transforman el paisaje en algo casi mágico.
Además de recorrer el camino en auto y parar en los miradores, muchos visitantes aprovechan para caminar algunos tramos, sentarse a disfrutar del silencio serrano o sacar fotos espectaculares. También se puede visitar el ingreso al primer túnel y la zona de Los Altos, que fueron declarados una de las siete maravillas de la ingeniería cordobesa.
El avistaje de cóndores es una actividad cada vez más popular, sobre todo para quienes aman la fauna silvestre y quieren ver de cerca a estas majestuosas aves andinas, que tienen en esta región uno de sus puntos clave de vuelo.
El camino se puede hacer en cualquier época del año, pero los meses más calurosos (enero y febrero) no son los más recomendables. El otoño, la primavera y el invierno son ideales para evitar las altas temperaturas.
En Taninga y zonas cercanas hay alojamientos sencillos, y se pueden encontrar opciones gastronómicas típicas. Una parada imperdible es la Parrilla de Francisco, donde el cabrito a la parrilla es el plato estrella.
Es fundamental tener el tanque lleno antes de salir, ya que no hay estaciones de servicio en el último tramo del recorrido. Se recomienda cargar combustible en Cruz del Eje.
Para quienes visitan el Valle de Traslasierra y buscan algo más que ríos y sierras, este trayecto a sólo 130 kilómetros de Villa Dolores y 160 de Mina Clavero es una opción distinta, emocionante y profundamente argentina. El Camino de los Túneles de Taninga es uno de esos paisajes escondidos que hay que visitar al menos una vez en la vida. Y después, claro, contarle a alguien más que existe.
El Camino de los Túneles de Taninga es uno de esos paisajes escondidos que hay que conocer al menos una vez en la vida. Foto: Córdoba Turismo.
