En esa caminata por el túnel del Estadio Nacional de Santiago, liderando la fila india de la Selección Argentina en la salida al campo de juego para disputar el partido con Chile, Cristian Romero se le habrán pasado muchas cosas por la cabeza y, sobre todo, por el corazón. Sus primeros despejes en el club San Lorenzo del barrio Las Flores, en su Córdoba natal. O sus partidos en las Inferiores de Talleres, primero, y de Belgrano, después. Este "guerrero de la vida", como lo llama su mamá Rosa, pilar fundamental en sus pasos iniciales y la culpable de que siempre llegara a tiempo a cada entrenamiento en colectivo 29 desde su casa en el barrio Rivadavia, se dio el gustazo de ser el capitán albiceleste ante la ausencia de Lionel Messi (entró en el segundo tiempo) y de Nicolás Otamendi (suspendido).
"Va a ser una noche inolvidable para mí. Ya me venía emocionando en el colectivo cuando venía para el estadio. Es lo máximo para mí. Llegué como un niño lleno de ilusiones acá a la Selección, viendo a Leo (Messi), a Ota (Otamendi), a Fide (Di María)", compartió sus emociones Cuti con Clarín en su paso por la zona mixta luego del triunfo por 1 a 0 en el que otra vez fue uno de los puntos altos de la Scaloneta.
"Yo los miraba por tele cuando era un niño y hoy convertirme en capitán para mí es lo máximo. Estoy agradecido al cuerpo técnico, a Leo y a Ota por elegirme. Es una responsabilidad enorme pero a la vez es algo muy lindo", dijo como si todavía la incredulidad le recorriera el cuerpo. Pero sí, Romero fue el portador de la cinta acá del otro lado de la cordillera y así se asentó definitivamente como el tercer capitán del plantel campeón del mundo. Y claro que plantó la semilla para ser, por qué no, el líder del futuro, cuando los que aún quedan de la vieja guardia como Lionel Messi y Nicolás Otamendi, decidan colgar las botines.
"Ser el capitán de la Selección... A lo mejor hace 7 u 8 años atrás, cuando estaba en Córdoba, no me hubiera imaginado todo esto. Es un orgullo y lo quiero disfrutar muchísimo. ¿Cómo me enteré? Ya me habían avisado la anterior fecha FIFA. Me avisó el cuerpo técnico que con Leo y Ota habían elegido que yo sea el capitán", contó el defensor de 27 años que tuvo un cierre de temporada soñado con Tottenham al coronarse en la Europa League en la final ante Manchester United.

También en el club inglés lleva el brazalete, por cierto. Y esa es una de las cuestiones que pesaron a la hora de seleccionarlo como el tercer capitán. La determinación fue consensuada entre Lionel Scaloni, Messi (capitán) y Otamendi (subcapitán). Cuti fue señalado incluso por sobre jugadores con mayor trayectoria dentro de la Selección, como Nicolás Tagliafico (ya usó la cinta en otro momento), y otros de más experiencia, como Emiliano Martínez.
Su profesionalismo y templanza lo hacen un defensor equilibrado. Sabe endurecerse sin perder el toque distintivo a la hora de salir jugando. Puede cortar sin falta con un anticipo ejemplar o ir al choque como un camión con acoplado cuando la jugada y el momento del partido lo requiere.
"Hay que seguir con hambre. Y sobre todo marcarle el camino a los chicos nuevos que llegan. Este es el camino y lo venimos demostrando todas las fechas. Hoy debutó gente nueva y estamos muy contentos por ellos también", expresó. Sí, además de jugar, Cuti Romero ya habla como capitán también.
Sobre la firma
Newsletter Clarín
Recibí en tu email todas las noticias, coberturas, historias y análisis de la mano de nuestros periodistas especializados
QUIERO RECIBIRLO