Por unanimidad, el tribunal penal de San Juan condenó a cadena perpetua a la investigadora del Conicet, Luciana Teresita Bustos (34), por el delito de homicidio agravado por el vínculo de Marcelo José Amarfil (48).
Este lunes llegó el momento de la sentencia del juicio que inició el 8 de abril. El crimen ocurrió la noche del 16 de enero de 2024. Comieron algo en un bar y cuando salieron se fueron en el auto del hombre hasta las cercanías del aeropuerto Domingo Faustino Sarmiento, en la ciudad de San Juan. Estacionaron en una zona con poco tránsito y dentro del vehículo comenzaron un aparente juego sexual que terminó con Amarfil atado al volante y degollado.
El viernes fueron los alegatos y la acusada decidió declarar por primer vez ante el tribunal que la juzga. En su defensa, Bustos dijo que fue víctima de abuso sexual por parte de Amarfil, que se sintió aterrada y se defendió con un cuchillo.
Sobre los elementos de un presunto juego sexual -antifaz, esposas, pastillas de viagra y alcohol- que había en el auto, la acusada dijo que fue su "amigo" (por Amarfil) quien "llevó eso y que lo primero que hizo fue atarla a ella con las esposas".
Sin embargo, para los jueces se trató de un homicidio calificado. El Tribunal rechazó el agravante de alevosía, solicitado tanto por la Fiscalía como por la querella, pese a que la víctima se encontraba esposada y con un antifaz, lo que evidenciaba una condición de indefensión total.

“Sostengo mi inocencia y creo en la Justicia”, fueron las últimas palabras que emitió la científica antes del veredicto. Para el tribunal la docente universitaria e investigadora del CONICET, fue hallada penalmente responsable de haber asesinado a Amarfil con un cuchillo, que había hecho afilar un día antes, provocándole una herida mortal en el cuello.
Apenas conocida la sentencia, Graciela Amarfil, hermana de la víctima, habló con los periodistas en la puerta de Tribunales. "Estoy satisfecha. Mi hermano no era ningún violento. Ella nunca esbozó un arrepentimiento, siempre mintió y le arrebató la vida a mi hermano", dijo la hermana, emocionada.
"El porqué del crimen, no lo sé. Puede haber motivos económicos porque tenían proyectos inmobiliarios y la apertura de dos gimnasios (Amarfil era profesor de educación física)", dijo la hermana del hombre asesinado.
Cómo ocurrió
En la noche del 15 de enero de 2024, Bustos pasó en su auto, un Ford Focus, a buscar a su amigo Marcelo Amarfil, con quien solía salir y mantenía una amistad desde hacía seis años.
Después de cenar en un bar, subieron al auto en dirección al aeropuerto de San Juan. Estacionaron en una calle poco transitada. Allí, según la versión de la Fiscalía de Homicidios, comenzó un juego sexual que incluyó unas muñequeras de cuero, color marrón oscuro, con un gancho y cadena, antifaz y pastillas de Viagra.
El fiscal Francisco Pizarro afirmó que Bustos ató las manos de Amarfil al volante y le colocó el antifaz de tela negra. La mujer, desde el asiento del acompañante, le propinó seis puñaladas. "Una de ellas mortal en el cuello, en la vena carótida", en base a lo que precisaron los peritos forenses.
Un policía que llegó primero al lugar del crimen encontró a Bustos con la remera ensangrentada y al cuerpo de Amarfil tirado fuera del auto. El hombre intentó huir a pie, pero finalmente perdió la vida junto al auto debido a un shock hipovolémico. “Mi amigo se mató, se mató con un cuchillo. Le dio un brote psicótico”, fue lo que en ese momento dijo la científica.
Quién es la condenada
Luciana Bustos es licenciada en Historia y tiene un cargo como investigadora del Conicet, en la sede la Universidad de San Juan.
Con Amarfil eran amigos desde hacía seis años. Se conocieron en un gimnasio, de ahí nació una relación de confianza. Ella le prestaba el auto en forma habitual.
En su declaración en el juicio, la científica dijo que Amarfil era "homofóbico" y no aceptaba que ella fuera lesbiana y tuviera una pareja estable con una mujer desde hacía cuatro años.
Bustos mencionó el cariño que le tenía a Amarfil, dijo que mantenían una amistad con complicidad, mismo gustos musicales y códigos propios. "Éramos un bloque", aseguró.
"Lo siento profundamente, tanto por lo que está pasando mi familia como la suya. Me duele por Marcelo, porque le tenía un profundo cariño. Quiero abrazar a Graciela (hermana de la víctima). Sigo sosteniendo mi inocencia", dijo la científica en la audiencia.
Los abogados defensores Fabiana Salinas y Néstor Oliveras adelantaron que van a apelar la sentencia. Y pedirán la prisión domiciliaria hasta que se resuelva el caso en una segunda instancia procesal.
"Nos llamó la atención que fuera por el agravante del vínculo, sabiendo que eran amigos y no pareja", dijo la defensora, y calificó de "monumento al machismo, la sentencia".
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