Amas de casa desesperadas se estrenó en los Estados Unidos en 2004 y revolucionó el mercado televisivo. En ese país se llamó Desperate Housewives y en distintos países adoptó otros títulos (Mujeres desesperadas en España o Esposas desesperadas en México).
Serie que mezclaba comedia y drama, fue creada por Marc Cherry, producida por los estudios de ABC y emitida hasta 2012. En la Argentina tuvo su adaptación en 2006, con Mercedes Morán, Carola Reyna, Cecilia Roth, Gabriela Toscano y Araceli González.
Cuando parecía que el producto quedaba en el recuerdo romántico (se repite incansablemente en canales de todo el mundo), Eva Longoria, le quitó dulzura al ciclo. Si bien los rumores sobre la mala relación que existía en el elenco era constante durante la emisión de las ocho temporadas, el mensaje de Longoria confirma esta situación. Una interna feroz que se logró tapar y que sale a la luz a 15 años del estreno.

Longoria (44 años) escribió una carta para contar su viejo calvario. La actriz nacida en Texas habla de un entorno tóxico donde sufrió bullying.
“Había una época donde era marginada en el trabajo por una compañera. Odiaba los días que tenía que trabajar con esa persona porque era pura tortura. Hasta que un día Felicity Huffman le dijo a esa matona ‘basta’ y todo paró”, recordó Longoria.
Hay que recordar que Huffman hoy no atraviesa un buen momento: se vio envuelta en un caso mediático de estafa, el de padres ricos que sobornaban a universidades de élite para asegurarse que sus hijos entraran. Pidió disculpas y se declaró culpable, y ahora se enfrenta a menos de un mes de cárcel.
¿Quién le hacía la vida imposible Eva Longoria? El público apunta a: Teri Hatcher. En una entrevista televisiva con Jimmy Kimmel, Longoria reconoció que mantenía amistad con Felicity Huffman y Marcia Cross, al mismo tiempo que evitaba mencionar a Hatcher.

Marc Cherry, creador de la serie, también se expresó sobre las malas conductas durante el rodaje. Describe a Huffman como “una mujer que a menudo sufría los berrinches de una actriz problemática”. No dio nombres, pero los s de redes sociales, fans de la historia, creen que hace referencia a Hatcher: “Esa persona era una estrella con serios problemas de comportamiento. Todos hicieron lo posible para llevarse bien con esta mujer durante la producción de la serie. Era imposible. Y las cosas fueron de mal en peor”.
“¿Quién no aguantaría a un mal compañero si cobra medio millón de dólares por episodio”, se lee en los comentarios de fans estadounidenses que entienden el porqué del silencio durante tantos años.
Mujeres desesperadas se estrenó con 21 millones de espectadores. Antes del boom del streaming, era la serie la que marcaba la agenda seriéfila. Incluso era el tema exclusivo entre mujeres mediáticas como la entonces Primera Dama Laura Bush y Oprah Winfrey.
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